Puertas al infierno

Salí de mi casa a las 11 de la mañana rumbo a lo desconocido. Paramos en Córdoba para visitar la mezquita, y nos robaron. Ocho euros la entrada... Ahora, eso si, los arcos muy bonitos, pero la catedral que hay en el centro estropea el conjunto. Además, dentro estaba expondiéndose un diorama de Belenes, estaba el rey de Ferrari (perdonen ud. las fotos, en este momento no las puedo meter en el ordenador) y además ponían la música de fondo a juego... Es decir, veinte mil chiquillos pegando chillidos de ande ande ande... horrible, espantoso, desastroso.

Al rato, en el coche, iba yo durmiendo cuando mi hermano me despertó:
-¡Niña! ¡Mira por la ventana!
-¿El qué miro si no se ve nada?
De repente me asusté:
-Papá, para, está blanco, papá, que nos vamos a chocar.
-Niña, eso es niebla...
Qué miedo, de verdad, vamos, ahora se por qué son tan sosos los ingleses... tienen que aguantar esa niebla...

Pero eso no es nada. Nada comparado con lo que sucedió al llegar, una entrada triunfal, podríamos decir. Nos vamos a sentar mis padres y yo después de dejar las maletas, y... Catapláf, Buaaaa . Ea, al hospital, que mi prima se ha hecho un boquete en la cabeza. Tres cuartos de hora de hospital, 4 puntos y un estrés horrible. Ahora, no me ha dado tiempo a quejarme.

Y hoy, a preparar la noche del 31, horripilante... pero divertido.
Feliz Fin de Año y Feliz Año Nuevo

...desde la redacción del Nuevo Mundo