¡¡Vamos de excursión!!

-¡Dios te quiere! ¡Dios es tu amigo! ¡Nananana! ¡Porque Dios nos ama! ¡Nanananana!

Mi hermano me miraba y me decía flojito: "Mátame" y a mi me entraba la risa, pero me tenía que aguantar, no fuera a ser que nos tiraran la guitarra en la cabeza por interrumpir sus alabanzas al señor.

Y es que, cuando te has llevado cuatro horas en un autobús escuchando eso, ya eres capaz de hacer cualquier cosa: jugar al Splinter Cell con pistolitas de agua en medio de Isla Mágica o comprarte un gorrito hinchable amarillo de sheriff.

Aunque yo me imaginaba que iba a ser peor. Al final no han resultado ser malas personas, al contrario, hasta cuando me han preguntado que de que religión era y les he dicho que era agnóstica; porque decirles que era atea puede que les moleste o algo; sólo me han hablado de los buenos que son sus cultos, pero no me han intentado convencer ni nada. Y, además, he aprendido que hay muchos tipos de música cristiana: rock, pop y hasta reaggeton cristiano (¡!). Pero eso tiene que ser mentira, porque a mi todas sonaban a Disney.

De todas formas, por muy barato que salga el viaje a Isla Mágica, no os recomiendo, para nada, que os coleis en una excursión de los "Hermanos de la Iglesia Evangélica" (o algo parecido), porque ver un móvil en el que el fondo de pantalla es la frase "Jesucristo te ama" es muy traumatizante. Os lo aseguro yo... Y como cantan, después llueve y no te cunde el dinero gastado.